Donde los sueños crecen

En lo alto de Tenancingo, entre árboles y risas, 150 niñas y niños vivieron unos días que difícilmente olvidarán. Gracias al Movimiento Vacaciones para Todos y a la alianza con Colonias de Vacaciones I.A.P., pequeños de escuelas del Estado de México que se encuentran en vulnerabilidad económica y social, disfrutaron de un campamento que no solo les ofreció diversión, sino también un espacio seguro para ser, crecer y soñar.

Jonathan, niño de zona marginada del Estado de México





Cada actividad fue una chispa de conexión y alegría: gimnasia, rallies, bailes, fogatas, canciones inventadas y un espectáculo olímpico donde todos brillaron. Pero más allá del juego, lo que sucedió fue una conexión humana: niñas y niños con historias difíciles se encontraron en la risa del otro, aprendieron a trabajar en equipo y descubrieron que no están solos.

Paulina, niña de zona marginada del Estado de México
Esta experiencia sembró en ellos la certeza de que merecen momentos felices, que tienen una voz, y que su niñez puede y debe vivirse con dignidad, libertad y amor. Porque cuando los sueños se sienten en casa, los corazones comienzan a sanar. ¡Sigamos creando experiencias positivas que dejen huella en nuestras infancias!

